domingo, 30 de mayo de 2010

La entrañable primera vez...

El viernes volamos por primera vez con las mellizas. Desafortunadamente, el avión despegó dos horas y pico después de que embarcáramos. Problemas mecánicos. Las niñas y Andoni se portaron muy bien, una buena prueba para el viaje a España la semana que viene.

Y es que para todo hay una primera vez, pero es curioso como esa experiencia nos puede marcar a veces, para bien, o para mal.
¿Recuerda usted la primera vez que comió helado? Yo pienso del drácula con Mi Senador y nuestra prima Bego en Valdespino, de camino a San Juan.
¿O la primera tele en color que tuvo en su casa? La mía fue en el piso de Canarias.
¿O su primera cita? ¿El primer beso (con mucha suerte, en su primera cita...)? El mio fue con Estibaliz, cuando tenía cinco años, en el barrio de Recalde, en Bilbao.
¿El primer amor? ¿El primer desengaño? ¿La primera amistad? La mia fue con Mi Senador y con Miguel.
¿La primera experiencia sexual? ¿La primera borrachera? No contemos la de cuando era pequeño y me lié con la caipirinha. La que cuenta fue con 13 años, hoguera de San Juan, con Miguel, jarra de sangría, devolviendo un día entero... No toqué la sangría en cinco años... al resto de bebidas alcohólicas jamas puse pegas.

¿El primer trabajo? Socorrista en la piscina del Club Deportivo en Bilbao.

¿Su primera boda como invitado? La de Jose Alfredo, como comimos... y que mal le sentaron a algunos niños los puros...

¿La primera boda en la que ha llorado? La de Miguel, en Sanabria.

¿La última boda en la que he llorado? La de Moisés, hoy por la tarde. Que placer ver a un buen amigo casarse, y verle junto a su pareja, radiantes de felicidad, rebosando de amor y cariño. He de admitirlo, se me escaparon otra vez las lágrimas cuando se pusieron los anillos. ¿Será que la primera vez sentó precedente?

jueves, 27 de mayo de 2010

El Kalimotxo y la gastronomía

¿Se sorprende, estimado lector? Si le digo la verdad, yo no tanto. Yo nunca he sido bebedor de agua... con lo cual, en verano, de los 17 a los 22 años, bebía kalimotxo en mas cuantía.

Si hay un sitio de España donde se consume en cantidades ingentes, es en el Pais Vasco. Creo que mi primer Kinito fue con 15 o 16 años, y tuve que elegir entre un katxi de cerveza y uno de kalimotxo. Y me enamoré del segundo. Todavía me río al recordar la primera vez que tomé uno en Madrid, donde les llaman minis a los katxis (cualquier bebida servido en un vaso de un litro). Una amiga de mi Senador cometió dos errores. Primero, me pidió un sorbo del katxi de kalimotxo, porque se conoce que con su cuadrilla, lo comparten, algo que nosotros nunca hicimos, siempre un katxi por barba. Y segundo, quería quedar el fin de semana siguiente con migo. Difícil, le dije, porque soy de Bilbao. A lo que me responde que no le queda tan lejos de casa esa parada... en fin, y con el acento que tenía yo entonces pues...

Leyendo hoy El Correo, veo en un artículo que han hecho un concurso de kalimotxos, y la ganadora, una estudiante de hostelería llamada Iratxe, lo hizo con flor de primicia (no se que será), hielos secos de limón y sirope de violetas. Toma ya. Y se reían de mi en el Scaparate, porque cada noche, le echaba un par de txupitos diferentes al kalimotxo para hacerlo mas interesante...

En fin, quien nos dice que de aquí a cinco años, no se ponga el kalimotxo de moda como lo ha estado el mojito, el cuba libre, y como no, la caipirinha...

El mito de la globalización empresarial

He trabajado en multinacionales, trabajo en una multinacional, y mis clientes son multinacionales. ¿Son las empresas globales? No, la gran mayoría, no lo son. ¿Pero como no pueden ser globales, si están haciendo negocios en todos los continentes de la tierra? Muy sencillo, porque la mayoría con las que yo he trabajo o trabajo, crecen a través de adquisiciones. Y al final, terminan así:
- Una compañía tiene dos unidades de negocio, normalmente es como si se trataran de dos compañías diferentes.
- Si además está en 25 paises, cada unidad de negocio en cada país funcionará como una empresa diferente.
- Dicha compañía es en efecto, un conglomerado de 50 empresas.

Los que la gestionan dicen que son una empresa, los que venden sus productos y servicios, dicen que son una empresa. Luego tienes los que la operan y sus contables, que saben que son 50 empresas.

Abrir mercados nuevos no significa que automaticamente se hacen clones de los empleados de un país y se transfieren a otro. El motivo porque el que las empresas ni son, ni pueden ser globales, es porque están formadas por individuos. Y cada uno es diferente, y no siempre quiere lo mismo.

A todos nos gusta tener nuestro propio territorio, marcarlo, y que no nos quiten nada. Esto se ve en la casa de cada uno, en las comunidades de vecinos, en las fincas de los agricultores, en las demarcaciones comarcales, y como no, en las empresas.

Las empresas que no están fragmentadas de esta manera, es porque tienden a tener su centro de gravedad en un solo país, donde toman decisiones sobre lo que se hace en otros paises. Pero eso no es ser global.

Y no valoro las ventajas o desventajas de ser global, pero al menos, seamos honestos... somos siempre nacionales o comarcales, nunca globales...

sábado, 22 de mayo de 2010

La cualidad profundamente tranquilizante del mar

Hay un par de compañeros de empresa que se dedican a vender nuestros servicios a adidas y Colgate. Uno se llama Larry, y viajé con él la semana pasada a Canadá, donde ganamos un nuevo negocio basado en una solución que diseñé, y perdimos diez veces eso en otro negocio que teníamos desde hace 17 años, y en el que ni él ni yo habíamos trabajado nunca. Las cosas que tiene cuando trabajas para una empresa grande y tus clientes son grandes también...

El caso es que el tipo me cae bien, y él y su jefe Ralph estaban en Miami para unas clases esta semana. Les invité a ir a navegar el Jueves por la tarde. Invitamos también a un Brasileña que es la administrativa del presidente de la compañía, y que curiosamente, es de Dadra, como el jefe de mi amigo. Yvette (pronunciado Ivechi), es un encanto, y me he llevado siempre muy bien con ella, es una de mis aliadas en la cruzada del medio ambiente en la oficina.

Cuando la India invadió Dadra, los portugueses tuvieron dos opciones, o irse a Portugal, o quedarse y aceptar la ciudadanía India. En el caso de Ralph, su familia nunca había ido a Portugal, con lo cual, decidieron que mas vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer, y se quedaron. La familia de Yvette se mudó no a Portugal, si no a Brasil. De alguna manera, ella terminó en Miami.

Salimos a navegar con una tarde perfecta, ocho nudos de viento, la mar tranquila, y la temperatura cálida pero cómoda. El padre de Ralph, como el mio, fue capitán de barco mercante. Su familia no vivía en ninguno de los puertos en los que atracaba su navío, y veía a su padre cada nueve meses. En mi caso, desde que dejamos de vivir en el barco, siempre estuvimos en uno de los puertos donde atracaba el barco, primero Barcelona, luego Bilbao.

Cumplió su sueño de toda la vida y estuvo al timón durante un buen tiempo. Yo aproveché para poner unas puntas de solomillo y un lomo de bisón en la parrilla del barco. Después, puse unos lomos de merluza sobre papel albal, y acompañamos la cena de un Montes Alpha Cabernet, y un Txakolí para el pescado.

Por un lado, desde que nacieron las gemelas, no duermo bien, quitando cuando viajo. Por otro lado, ahora mismo tengo dos trabajos. El que hacía antes de que me ascendieran, y mi nuevo puesto, montando un nuevo departamento. Cuando uno añade al cocktail los viajes, la verdad es que ando bastante liado. Aún así, una vez soltamos amarras y apagamos el motor tras salir a la bahía, se me pasaron todos los males al verme rodeado de agua y mecido por las olas y el viento.

No es por quitarle trabajo a los psicólogos ni a los que se dediquen a la terapia, pero me parece que unas horas en el mar, nos pueden venir bien a mas de uno...

jueves, 20 de mayo de 2010

Apuntes desde el campo de tiro (II)

Las alarmas de los coches saltaron. Incluso con los tapones, todos nos quedamos sorpendidos, y como la explosión coincidió con el disparo de un compañero que manejaba una pequeña pistola Walter, no hacía mas que mirar al cañón pensando que el ruido igual lo había hecho él.

Como yo ya no estaba pegando tiros, me empecé a pasear de arriba abajo buscando de donde venía el ruido. Y de repente vi al final del campo de tiro, a tres chavales de unos 22 años. Uno de ellos, estaba tumbado en el suelo, y tenía en sus manos, o mas bien, estaba sobre el mismo rifle que usan los francotiradores del ejército estadounidense y el canadiense. Se trata del Armalite AR50. El disparo mortal de mas larga distancia confirmado hoy en día, lo realizó un fancotirador en Afganistan con este rifle, cubriendo una distancia de 2.4 Kilometros.

En fin, las balas eran mas altas que un cartón de leche, y entre tiros, los tres se partían de risa. Le pregunté a uno de ellos si lo usaba para cazar elefantes, y me contestó que si le ponía cuatro en fila india a un kilómetro de distancia, fijo que se cargaba a los cuatro.

Y yo me pregunto, que hace un chaval de 22 años con un arma que cuesta mas de cuatro mil dólares, que es para francotiradores, y que puede matar a alguien a mas de un kilómetro de distancia... terminará en un coche, disparando a gente en gasolineras?

Cuando le pregunto a mi amigo, Juanito el Caminante, el porqué de tanta arma, me da tres razones.
- Primero, antes o después, vendrán los alienígenas y tendrá que defenderse. En mi modesta opinión, si con el dinero que se gasta este país en defensa no puede defenderse de los alienígenas, no creo que juan con sus siete armas pueda...
- Segundo, antes o después, el gobierno se vendrá abajo, y cada uno tendrá que defender su casa.
- Tercero, y los zombies?

Si después de ver Bowling for Columbine me replantee mi permanencia en este país, después de la visita al campo de tiro ni les cuento... "Están locos estos romanos..."

miércoles, 19 de mayo de 2010

Apuntes desde el campo de tiro (I)

Juanito el Caminante colecciona armas de fuego, hábito bastante usual en este pais de Clint Easwood. Curiosamente, en la matrícula delantera de su coche ha puesto: ¨Vamos, alégrame el día¨.

Nos juntamos unos cuantos compañeros de la oficina y después del trabajo, fuimos a un campo de tiro. Juanito puso el arsenal. Éramos cinco, pero había cinco pistolas y tres metralletas (versión antigua del AR16, versión moderna, y un AK-47). Mi interés era aprender como disparar, y mas importante aún, como inutilizar un arma. Es decir, sacar el cargador y quitar la bala de la recámara. Tengo demasiados amigos con armas en casa y/o en el coche, como para no preocuparme si estoy con mis hijos en su casa, y uno encuentra una pistola...

Lo primero que me llamó la atención, es que lo único que nos pidieron para entrar fue el carnet de conducir, para asegurarse de que éramos mayores de edad. Luego, nos hicieron firmar un papel diciendo que no les caería un juicio si resultábamos heridos en el campo de tiro.

Hay guardas que se aseguran de que uno dispara solo cuando debe, como por ejemplo, después de que todo el mundo ha colocado sus blancos. Como ese día de semana, había un descuento para los padres que traían a su hija al campo de tiro, cuando nos dejaron entrar, vimos una niña de 12 años con prismáticos indicándole a su padre si los tiros del rifle francotirador que tenía, quedaban bajos o altos.

Otra niña de la misma edad, en cuanto el guarda no miraba, cogía la metralleta de asalto de los SWAT que tenía su padre, y vaciaba el cargador en el blanco. La tercera chavala que vimos, estaba colocando balas en el cargador de las pistolas de su padre. En fin, que no recomendaré a mis hijos que se peleen con nadie en la escuela, y ahora entiendo porque en muchas de ellas hay detectores de metales a la entrada...

Lo di disparar con una pistola no tenía mucho misterio, y lo de inutilizarla tampoco. Eso sí, no es fácil darle al blanco a mas de 10 metros sin algo de práctica.

El AK-47 no dimos al blanco ni una vez porque no estaba bien ajustado. Con los AR16 tuvimos mejor suerte. Yo simplemente probé todas las armas, aprendí a inutilizarlas, y me dediqué a observar a los que teníamos alrededor.

Definitivamente no tenía nadie allí un arma que uno pudiera adquirir de manera legal en España, a no ser que fuera un escolta y moviera mucho dinero, y sacara los permisos para poder tener una pistola.

Y de repente, se oyó una explosión...



domingo, 16 de mayo de 2010

Esos asados argentinos...

Hoy tuve el privilegio, una vez mas, de ser testigo de esa honorable proeza que es el asado argentino. Javi ofreció su casa a la cuadrilla de seguidores de la buena mesa acompañada de un buen caldo.

Son curiosos los argentinos, de todas las culturas de este continente, la suya y la de la zona franco parlante de Canada son con los que mas me siento identificado. ¿Será que les gusta el vino tanto como a mí, o que me gusta a mi la carne a la parrilla tanto como a ellos?

Hoy tuvimos un menú bastante Frances, que hizo honor a los cuatro o cinco de dicha nacionalidad que nos acompañaron en el festín. Yo preparé un vichyssoise, que no tengo reparo en reconocer que fue un éxito. Humberto un ratatouille, que es similar al pisto vasco en que cada verdura se cocina por separado antes de regarlo con vino y cocinarlo todo junto. Delicioso. Mariano nos regaló unas empanadas a la parrilla riquísimas. Leo, el único hombre al que la parrilla no le saca sombra, consiguió deleitarnos una vez mas con un bife de chorizo, y un ojo de bife, cortes uruguayos esta vez. Con mas fibra pero también con mas sabor que las vacas americanas alimentadas con maiz..

El postre fue a cargo de sonia, un pastel de pasas con helado y nata casera verdaderamente bueno.

En fin, el primer asado de las nenas, creo que esta noche su ración de leche estará especialmente buena...

sábado, 15 de mayo de 2010

Viejas amistades... y no tan viejas...

Una reflexión de mi Senador me hizo, como no, sopesar el tema de las amistades mas antiguas. Y es que uno lo puede ver de distintas maneras.

Él, Miguel y yo jugamos en la cuna, y crecimos juntos, cuando los veranos que nos veíamos pesaban mas que el resto del año, viviendo a cientos de kilómetros. La amistad que tengo con ambos ha sido tan fluida como un río, con sus recovecos, rápidos, dársenas y presas. Es uno de mis mas preciados tesoros, inmaterial, pero siempre presente.

Mi cuadrilla de Bilbao, juntos desde prescolar, sentados en la misma aula año tras año, conquistando los mismos montes, en los campamentos sufriendo las mismas penalidades y disfrutando de las mismas aventuras. Y como no, miles de kinitos juntos, noches ebrias (la mayoría muy graciosas), almas rotas, distintas novias, el primer trabajo, y en mi caso, desde segundo de BUP, pasando parte del año en lugares lejanos, para luego volver a Bilbao y encontrar la cuadrilla tan cálida como cuando me fui. Incluso hoy, estimado lector, tengo el privilegio de estar en la lista de e-mails donde se planean las últimas actividades de montañismo o el próximo concurso de pintxos, y ser calurosamente recibido siempre que vuelvo al botxo.

Y allá en los ocho sitios donde he vivido, he tenido la fortuna de forjar amistades, porque se hacen, no se encuentran. Peco de no siempre haber tenido la energía para mantenerlas con tanto cambio geográfico, y a veces tienes que ser escrupuloso. Perdí el rastro a los amigos de Castro-Uridales, de Canarias, de León, y los del MBA, que veía mas que a Mimi. Y es que aquí ya tengo un círculo de amigos fantástico, y uno no tiene ni el tiempo, ni la energía para expandirlo.

Y me remito a mi regla de los tres niveles de amistades. Los buenos amigos, por los que uno hace lo que sea. Los conocidos, son los que uno ayuda si puede. Y los enemigos. Afortunadamente, el balance es pequeño en el número de buenos amigos, grande en el de los conocidos, y mi último enemigo declarado no lo he visto desde que me fui de Veguellina de Órbigo, en León, con 18 años.

Una amistad es como la primavera, cambia de manera perceptible año, y la dulce estación siempre anticipa el prometedor verano...

viernes, 14 de mayo de 2010

Cuando no es constructiva, la crítica es destructiva

Trabajo a veces con compañeros que SIEMPRE están criticando a alguien, riéndose de alguien, o ambas cosas al mismo tiempo. Claro, no molesta en dos situaciones, cuando se critica a alguien que no aprecio, y cuando no le critican a uno.

Al principio me chocaba porque venía de un entorno donde las cosas se hablaban abiertamente, y no se toleraba este tipo de actuación. Sin embargo, cuando vine a mi empresa actual, mi rey parecía que tenía ascendientes demasiado relacionados entre ellos... y él mismo avivaba el fuego, poniendo los unos contra los otros. Esto genero un clima propicio para la crítica, que perdura hasta ahora.

La crítica a boca jarro genera una negatividad que parece un terremoto que se activa cada vez que alguien ha construido algo, agitándolo todo, buscando grietas, hasta que se venga abajo el edificio.

Y si el edificio no tiene sentido que se construya, pues que se diga al principio, y si se ignora el buen juicio que se aporta, pues que se le va a hacer. Pero muchas veces, el edificio es necesario, y estos terremotos hacen que se venga abajo. Sin embargo, todavía no he visto un movimiento sísmico que construya una casa...

Menos mal que en unos meses me alejaré del epicentro, con suerte, construiré mi nuevo edificio a prueba de terremotos...

jueves, 13 de mayo de 2010

Me gusta Montreal

He visitado en varias ocasiones la isla, y dejando de lado los helados inviernos, la ciudad, tiene mucho atractivo. Rodeada de colinas, verde, de arquitectura que le hace a uno pensar que està por algùn barrio parisino. Todo està escrito en Francès, aunque tienen alguna concesiòn para los aglòfanos, y como no, la comida es expectacular.

La pasta mas rica que he comido en mi vida ha sido en el Ritz de Montreal, unos raviolis de queso con salsa de trufa negra. Los vinos, Europeos, no tienen nada que envidiar ni en calidad ni en precio a lo que encuentra uno en Miami.

La gente es extremadamente amable y servicial. Las facetas faciles, el lenguaje, la arquitectura, la comida, constantemente te tienes que recordar que estás en Canadá y no en Francia.

El vuelo desde Toronto duró una hora. Sin embargo Air Canada tenía en cada asiento una pantalla digital con una amplia selecciòn de pelìculas. Al mismo tiempo, uno tenìa la opciòn de conectar el cargador del portatil a un enchufe que habìa en cada asiento, o le ipod o lo que sea a un puerto USB para cargarlo.

En fin, la ùltima vez que volè a España con American Airlines, no tenìa ni pantalla, ni cargador de ordenador, ni puerto USB, pero eso sì, me cobraron $5 por tomar una copa de vino, y desde mayo, tienes que pagar $10 si quieres una de sus mantitas...

miércoles, 12 de mayo de 2010

Nuevo condado

Buenas noticias, el rey y el virrey me han nombrado caballero de un nuevo condado. La tierra promete, pero no hay nada plantado. Todavía sigo guerreando en nuestras batallas, y no he podido todavía sentarme a pensar como sacarle partido a la tierra. Que servicios ofrecer, que defensas construir, que rutas comerciales descubrir...

Lo mejor es que ya no tengo que estar siempre sirviendo a tiro de flecha del rey. Soy libre de vivir en mi condado cuando quiera. Ahora es el turno de mi doncella de encontrar un hospital donde necesiten que ayude a los enfermos...

Me gusta San Francisco

Pensaba escribir que me gusta California, pero bastante generalizo al opinar sobre una ciudad como San Francisco, como para encima extender lo que uno asume al estado entero. A 35 kilómetros de South Beach, uno entra en los EEUU, y 35 kilómetros mas al norte, en la zona sureña del país...

Tuve que ir por segunda vez en cuatro meses por tema de trabajo, y pasé cuatro días en la ciudad. Aunque estábamos en una zona turística, Fisherman´s Wharf, la ciudad es del tamaño de Bilbao, y se puede cruzar andando. Me gusta cuando la ciudad se puede cruzar caminando, en menos de un par de horas...

Eso sí, en Bilbao uno llega a las cuestas cuando llega a los barrios periféricos. Aquí hay colinas por todas partes. Estábamos mirando un mapa para volver al hotel, y estábamos en la calle que nos permitiría ir de la manera mas directa. El problema es que no sabíamos si ir cuesta arriba o cuesta abajo, comenzamos a ir cuesta abajo, ya que el hotel está al lado del mar, para quedar sorprendidos al descubrir que teníamos que ir cuesta arriba, y atravesar dos colinas mas, antes de llegar al hotel.

En todas partes comimos bien a precios razonables. Tuve la ocasión de probar el Café Irlandés en el establecimiento que afirma haberlo servido por primera vez en este país, hace mas de un siglo. La verdad es que hice un control de calidad, y lo probé tres, y cada vez estaba mejor...

El hotel tenia bombillas de bajo consumo, y en mi habitación, luces bombillas con 75 luces LED para alumbrar la cama. Así me gusta, preocupándose por el medio ambiente.

Fuimos en un yate a navegar, y aquí si que hay corrientes y mareas de verdad, como en el Cantábrico. Muchos barcos de vela. Todo verde y montañoso, como mi Vizcaya. Eso sí, muchos mas asiáticos que en la República de Miami...

Hacía mas frio de lo que me esperaba, pero es indudable que la ciudad, me gusta. Se la recomiendo, estimado lector.