viernes, 16 de julio de 2010

Mi variedad literaria sobre Bilbao (II)

Hace unos años, mi Senador me regaló un libro de German Yanke, "Ciudad Sumergida". El autor, escritor de El Correo, el Mundo, y ahora el ABC, utiliza Bilbao, su ciudad natal, como el entregido sobre el que autor plasma episodios de su vida.

Habla de literatura y poesía, de viajes a los EEUU, de una de nuestras muchas influencias británicas. Tras varios siglos de relaciones mercantiles con las islas Británicas, no es de sorprender que Bilbao tenga influencias sorprendentes, que afectan tanto a la moda de vestir mas elegante y clásica, como a esos sandwiches que uno encuentra en los bares, cómodos entre las expresiones gastronómicas de los pintxos.

Curioso el uso que hace de una mezcla de ensayo y autobiografía, para relatar todo aquello que en el fondo, gira en torno a su botxo, Bilbao. La ciudad donde antes siempre caía esa lluvia ligera que pare que no pero si que moja, dale tiempo y verás... el sirimiri. Ahora, será el cambio climático, son mas comunes las sequías que las riadas, aunque a mediados de Junio de este año, no lo teníamos tan claro...

Me gustó el libro, el estilo ecléctico pero sin pausa del autor. Acostumbrado a la literatura clásica, me sorprende a veces la moderna, y en este caso, gratamente. No es difícil de encontrar el libro, pero si usted es de Bilbao, se lo recomiendo. Y si no es usted de Bilbao, le recuerdo que los vascos nacemos donde queremos, así que se lo recomiendo igual...

jueves, 15 de julio de 2010

Mi variedad literaria sobre Bilbao (I)

Como hace ya una docena de años que no vivo en Bilbao, mi amigos tienen a veces el detalle y acierto de regalarme algo que saben que voy a apreciar, literatura sobre la villa.

Hace varios años me regaló mi amiga Loli un libro titulado "Adiós al Bilbao que se nos fue, Pequeña Historia de la Villa 1935 - 1983". Escrito por José Manuel Sanchez Tirado, periodista radiofónico de Radio Bilbao de la Cadena Ser, cuenta la historia que vivió mi padre. La Vizcaya de la guerra. El Bilbao de la postguerra. Los partidos del Athletic Club de Bilbao gratuitos para alumnos de algunos colegios, como el de Escolapios en el que estudiamos mi padre y yo. Los pantalones cortos que llevaban los chavales todo el año, hasta que se hacían hombres y les daban pantalones largos.

La primera vez que se introdujo la Coca-Cola en Bilbao, donde en la fiesta de inauguración, no habían terminado la bebida oficial (Cuba libre), cuando ya estaban mezclando la coca-cola con vino, el nombre de Kalimotxo vendría mucho mas tarde. Se le bautizó Rioja Libre, y así lo conoce mi padre.

El Bilbao metalúrgico, con sus navieras y sus navales, su puerto en el centro de la ciudad, donde en su día descargaban el pescado, y mas tarde, mi padre los contenedores de su barco.

Raramente ha leido mi padre un libro con mas interés. Tengo el libro en el cuarto de Andoni, porque siempre que viene y se quedan a dormir ahí, lo lee una y otra vez. Es su infancia, su adolescencia, y su transición a la vida de adulto.

Un tipo introvertido, de pocas palabras, de hace dos o tres generaciones. Quitando la caza, el Athletic de Bilbao, y la mar, poco teníamos de que hablar. Yo hace tiempo que no cazo. El Athletic hay veces que da mas conversación que otras. La mar, tras cuarenta años navegando, no la quiere ver ni en pintura. La mar, no es lo que era. Pero esa será otra historia.

Hemos añadido ahora dos nuevos tópicos a nuestro extenso temario. Los niños cuando no est;a en Miami Beach, y el libro cuando está de visita. Me muestra fotos de lo que fue, lo que vivió, lo que ya no es. El Bilbao industrial y mercantil que era suyo, que ha dado paso al Bilbao moderno y de servicios que es ahora mío. Y es que hay cosas que hasta mejoran cuando se pasan de padres a hijos.


viernes, 9 de julio de 2010

Un buen dia, mala tarde, a ver como se presenta la noche

Hoy hablando con un cliente confirmé mis sospecha de que habíamos conseguido derretir su coraza de hielo. Tras mas de año y medio trabajando en un par de proyectos, rompiéndonos la espalda, sobre todo el aquí presente, hemos comenzado a ganar negocio tras negocio. Primero fue la mitad de la dichosa oportunidad que duró tanto tiempo. Luego fue un proyecto de consultoría en China. Ahora es un almacén en Brasil.

Al principio, no querían ni invitarnos a licitaciones, porque habían tenido malas experiencias con nuestra empresa, o habían trabajado para nuestros competidores, o estaban muy cómodos con ellos. Ahora, se apoyan en nosotros cada vez mas en Latino América, Asia y África. Son flexibles con nuestras propuestas y hasta razonables. De repente, se nota que quieren trabajar con nosotros y no contra nosotros.

Hoy ha sido un buen día. No solo nos dieron la buena noticia, si no que además en la comunicación que distribuyó el comercial con el que trabajo, me mencionó a mi en particular por lo que había hecho. Luego vinieron las felicitaciones desde los mas altos niveles.

Cuando llegué a casa, sin embargo, Andoni está medio enfermo con catarro, y cuando está así, se vuelve muy difícil. Se irrita fácilmente o se pone a llorar el pobre. Lo duro que es tener tres años y estar malito sin saber lo que es eso...

Elena, la pobre tenía muchos problemas con el cólico, y como también tiene catarro, no puede respirar bien por la nariz y no hace mas que llorar. Hay que cargar con ella todo el tiempo. Menos mal que por lo menos a Maite solo hay que alimentarla.

Ha sido un buen día, mala tarde, a ver como se presenta la noche...

jueves, 8 de julio de 2010

¿La roja rodeada de alemanes?

Fíjese usted que suerte la mía. Trabajo para una empresa alemana, y naturalmente, muchos de los jefazos son teutones, entre ellos, el Vice Presidente de mi departamento.

En la Eurocopa, antes de que Alemania se enfrentara a Turquía, le comenté a uno de ellos que si ganaban el partido, igual jugaban contra España la final. El me contestó de mala manera que España era lo que menos le preocupaba.

Como me sentó bastante mal, cuando ganamos, pedía una bandera española prestada a David, me subí a una silla, y la coloque encima de la bandera alemana que el tipo este había puesto en la pared externa de su oficina. Dado que él era un Vice Presidente Senior, todo el mundo se quedó asustado por el atrevimiento. Vamos hombre, a mi me van a tocar las narices...

Hoy invité a varios alemanes al bar cerca de la oficina a ver el partido. Al no ser tan aficionado del futbol, no compré camiseta de la selección todavía. Pero decidí ponerme la camiseta del Athletic de Bilbao, que por lo menos es roja. Aunque me queda tan apretada que parece una faja alrededor de la tripita...

Este VP Senior estaba viéndolo también, y no tardó en recordarme que el equipo Español con el que se enfrentó Alemania en la Eurocopa no jugaba tan mal como hemos jugado en esta liga. Y es que hay veces, que uno se preocupaba de si nos íbamos a clasificar o no. Y por otro lado, que el equipo Alemán estaba muy fuerte. Lo dijo de buena manera, y tenía razón, así que no me pareció mal. Le aposté una cerveza que ganábamos, y acepto.

Vino al medio tiempo, preocupado por como jugaba (o no jugaba) su equipo. Hablamos un rato, y volvió con su grupo de alemanes, y yo con el mío. Al final del partido, fui a verle, mientras él se iba marchando. Me felicito, dijo que su equipo jugó de pena, pero no aceptó la cerveza.

Estaba yo sentado con cinco alemanes, uno de ellos mi Vice Presidente. Todos se lo tomaron caballerosamente bien, me felicitaron, pero se fueron antes de que les pudiera invitar a una cerveza que seguro que les sabría amarga.

La verdad es que me han dado pena, y el que se enfrentó a mi hace dos años esta vez no me montó ninguna. No voy a poner la bandera española mañana encima de la alemana mañana. Si ganamos la final, la pondré el lunes, en la pared de mi lado de la oficina.

Al fin y al cabo, hay que ser caballeroso cuando se gana y cuando se pierde.

miércoles, 7 de julio de 2010

Amor sin romance

Imagínese que tuviera la opción de que un aparatito le dijera a usted cuando ha cruzado sus ojos con el amor de su vida. Imagine que esa persona también tiene un apartito que le avisa de lo mismo. Es mas, ¿qué pasaría si además, los aparatitos tuvieran una cuenta atrás hasta el momento en que los dos se encuentren?

¿Qué ocurriría? Claramente, las relaciones cambiarían bastante. Uno se obsesionaría con la cuenta atrás, y mientras tanto, es posible que se enzarzara en relaciones sin posibilidad ninguna, sin compromisos.

Igual se acabarían las decepciones, las dudas de si uno está con la persona adecuada, de si esta relación durará un mes, un año, o toda una vida...

¿Y no se acabaría el romance? Porque si uno sabe de antemano que dos personas están predestinadas a ser uno, ¿pasarían tanto tiempo y energía en el periodo del cortejo? ¿intentarían realmente conocerse?

Son algunos de los planteamientos que se me pasaban por la cabeza viendo la película de "Timer". No es ni mucho menos perfecta, y me llama la atención la buena representación de la frialdad de las relaciones entre muchos anglosajones. Desde luego, el planteamiento es refrescante, pensemos lo que pensemos del final de la película... ¿se pondría usted al aparatito si pudiera?