Hacía un día estupendo, y con bastante viento. Izamos una sola vela, y navegamos por la bahía. No nos olvidamos de Champagne, ni de la cerveza europea o la de frambuesa, mientras desayunábamos e íbamos picando entre ola y ola. Andoni fue el primero en caer dormido, pero uno a uno, 0 de dos en dos, la mayoría se echaron una buena siesta. Esto de perder una hora con el cambio horario requiere recuperarse.
Pasadas un par de horas navegando, volvimos al muelle, y nos quedamos un rato mas charlando y disfrutando de la buena compañía. Andoni se despertó, nos despedimos de todos, y vinimos a casa. Delicioso el corte de carné que nos regaló David y que preparó Mimi. Tras contarle cuentos a Andoni y ponerle a dormir, probamos el Juego de Wine Wars que nos regalaron Eroica y Mariano. Fascinante, ya les iré diciendo quien gana...
Bueno, a descansar, que con el lunes comienza la semana, y como dice mi amigo Ricardo, "tengo mas trabajo que el plomero del Titanic"....
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