Nos sorprendió ayer con una crema de marisco (larga vida a la Thermomix), seguida por un bacalao fresco a la koskera. Comenzamos con la creación de la velada, sorbete de endivia. Básicamente, preparamos la endivia con aceite, limón y sal, pero luego la licuamos, y añadimos unas especias mas. A él y a mi, nos gustan las endivias, nos encantó, a las chicas, no tanto. La próxima vez usaremos endivias mas pequeñas, que suelen ser mas jugosas y menos amargas. Como sugirió Unai, sirviendo menos cantidad, con un poquito de espuma por encima, y entre platos. La crema quedó simplemente espectacular.
Es curioso lo bueno que está el bacalao fresco. Y no es que el bacalao salado no esa rico, pero ayer le quedó espectacular. Aproveché yo para comprar en Delicias de España un par de lomos del mismo pescado fresco, pero con piel, para hacerlo hoy al pil-pil. Si siguen el enlace, leerán la interesante historia del plato de mano del cocinero de Vitoria. Yo por cierto, soy de los de la piel para abajo, aunque en parte es porque el bacalao salado que conseguía antes no era tan bueno como el de ahora.
Tenemos unos vecinos que tienen gemelas de dos años, y nos han dado un galeón de cosas. Como el, que es americano, vivió un año en Bilbao en tercero de Instituto, le fascina la gastronomía vasca. Me comentaba el otro día lo mucho que echa en falta las navajas. Es signo de ser buen nacido, el ser agradecido. Así que como ayer vi navajas en Delicias de España, les hemos invitado a comer hoy, y las prepararé a la plancha como primero, seguidas de bacalao al pil-pil como segundo. Como la mujer no se si come mucho pescado, compré también una empanada gallega, que la hacen bastante decente, y haremos una ensalada tradicional de lechuga y tomate, mas espárragos, huevo cocido, y pimientos de piquillo, claro está.
Debe de ser que yo soy piscis, lo digo, por lo de que el pez por la boca muere...
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