En menos de una hora, Mimi estaba entubada y lista para tomar la medicación que aceleraría y aumentaría la intensidad de las contracciones. Estaba preciosa. La madre, fuerte y valiente, dispuesta a todo por traer las niñas a este mundo. La quiero tanto como la admiro.
Pasamos el tiempo leyendo, charlando, y entretenidos con el divertido juego Wine Wars, regalo de cumple de Eroica y Mariano, parte del tiempo con sus padres.
Las dos de la tarde, las contracciones comenzaron a doler de veras, y le pusieron la epidural. Tan incómoda había estado como contenta quedó en veinte minutos.
Las cuatro y media, llegó el momento de dar a luz. Nos trasladaron a un quirófano por si había complicaciones, y rodeados de 13 profesionales, Mimi lo dió todo y salieron las bebes, sanas y salvas. Todo natural oiga, sin cesáreas. Maite Itxaso (amor del mar) se iba a llamar una, y Elena Cristina (el nombre de la hermana de Mimi) la otra. Pero hoy era el cumpleaños de mi abuela Encarnación, que en paz descanse. Cuando ella nació, todavía se les ponía a los niños el nombre del santo o la virgen que celebrara el calendario. En honor de su memoria, cambiamos Itxaso por Encarnación. Tanto las niñas como la mama están fenomenal. Gracias a todos por vuestros detalles.
Mimi es como una fuente rebosante de felicidad. ¿Por qué no darán medallas a las madres? La alistaré a mi propio ejército y le daré sus merecidas condecoraciones.
2 comentarios:
Yo que no creo en el ciberespacio... me acaba de dar la noticia mi hermano, algo que me hace muy feliz. Espero que Mimi y las pequeñas estén fenomenal. os queremos mucho.
Gracias, estan muy bien las tres, seguramente, mañana salen del hospital y podemos estar todos en casa...
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