lunes, 15 de noviembre de 2010

Viajando a destajo

Recuerdo cuando no viajaba mas allá de Sanabria, Braganza, Canarias, Castro-Urdiales o Bilbao. Cuando fuí por primera vez a Grecia, me compré un libro de viaje sobre el país helénico, y me lo leì antes de subir al aviòn.

Cuando viajar tiene el concepto de novedad, y uno tiene tiempo libre, se entera de donde va, pregunta a la gente que ha ido, compra alguna guia, etc...

Cuando uno viaja mas frecuentemente, y no por elecciòn, si no porque te toca ir aquì o allà por tema de trabajo, ni tiene tiempo de andar comprando guias de turismo, porque además es raro tener ocasión de hacerlo...

En todo esto estaba yo cabilando, en una mini van de alquiler (tengo que cargar una tropa de gente de ventas mañana), a las 12 de la noche, recièn salido del aeropuerto y de camino a mi hotel. Y de pronto, hago un giro a la derecha, y a mi izquierda, la bahia de San Francisco, con las luces de la ciudad de fonto, el puente colgante claramente iluminado, y un aviòn descendiendo poco a poco como si fuera a amenizar en el agua oscura.

A veces viajar sin planificar puede tambien ofrecernos gratas sorpresas...

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