jueves, 14 de enero de 2010

Es signo de ser buen nacido...

... el ser agradecido, decía siempre mi abuela. Y claro, como lo decía ella, mi madre también, y yo sigo esta filosofía. A usted, estimado lector, no se, pero a mi, me cuesta mucho pedir un favor, aunque sea de un buen amigo. Igual es por eso que cuando lo pido y me ayudan, estoy doblemente agradecido. En cualquier caso, uno se siente bien cuando ayuda a otro, de manera desinteresada. También le sienta a uno bien que cuando ha ayudado a alguien, lo agradezcan con un simple "gracias". Lo curioso, es que en la sociedad demandante, ágil y agresiva en la que vivimos hoy, es raro que te den las gracias. Tengo una amiga que trabaja en un hotel, y me comenta que la gente es cada vez menos educada, y no dan ni los buenos días, ni las gracias, por mucho que haga uno.

El otro día la jefa de una compañera me pidió que si quería, le mandara un correo electrónico con mi evaluación del 2009. Como hicimos varios provectos juntos, quería mi punto de vista sobre lo que hizo bien y lo que necesita mejorar. Yo mandé un e-mail a mi compañera sugeriendo que nos sentásemos 20 minutos a charlar sobre sus planes y espectativas para el 2010 y 2011, para que yo pudiera destacar de todo lo que ha hecho bien y mal, aquello que mas pudiera apoyar sus objetivos. Tras resistencia a reunirse para hablar de ello, pese a que tenemos una buena relación, me dió lo que necesitaba para ayudarla. Mandé mis comentarios positivos a su jefa, y la copié a ella, pero solo recibí las gracias de su jefa. Y eso es lo curioso, ¿no le parece? que la mas interesada, después de pasar uno mas de una hora entre la reunión y mis respuesta buscando la mejor manera de ayudar esa pesona, no reciba unas simples gracias... Con lo poco que cuesta, y lo bien que sientan... Asi que, estimado lector, si a usted alguien le ayuda en lo que sea, o tiene el mas mínimo gesto a su favor, no nos descuidemos y regalamos siempre un "gracias", que se lo van a agradecer, y demuestra nuestra buena cuna...

1 comentario:

El Perdíu dijo...

Totalmente de acuerdo con usted. A mí cada vez me sacan más de quicio las personas maleducadas. Que no se os caiga nunca el gracias de la boca, me decían a mí los curas cuando era un niño. Y qué verdad es.