viernes, 14 de mayo de 2010

Cuando no es constructiva, la crítica es destructiva

Trabajo a veces con compañeros que SIEMPRE están criticando a alguien, riéndose de alguien, o ambas cosas al mismo tiempo. Claro, no molesta en dos situaciones, cuando se critica a alguien que no aprecio, y cuando no le critican a uno.

Al principio me chocaba porque venía de un entorno donde las cosas se hablaban abiertamente, y no se toleraba este tipo de actuación. Sin embargo, cuando vine a mi empresa actual, mi rey parecía que tenía ascendientes demasiado relacionados entre ellos... y él mismo avivaba el fuego, poniendo los unos contra los otros. Esto genero un clima propicio para la crítica, que perdura hasta ahora.

La crítica a boca jarro genera una negatividad que parece un terremoto que se activa cada vez que alguien ha construido algo, agitándolo todo, buscando grietas, hasta que se venga abajo el edificio.

Y si el edificio no tiene sentido que se construya, pues que se diga al principio, y si se ignora el buen juicio que se aporta, pues que se le va a hacer. Pero muchas veces, el edificio es necesario, y estos terremotos hacen que se venga abajo. Sin embargo, todavía no he visto un movimiento sísmico que construya una casa...

Menos mal que en unos meses me alejaré del epicentro, con suerte, construiré mi nuevo edificio a prueba de terremotos...

No hay comentarios: