miércoles, 31 de marzo de 2010
Sin novedad en el frente
jueves, 25 de marzo de 2010
Se formó la estrella fugaz
miércoles, 24 de marzo de 2010
¡Zafarrancho de Combate!
lunes, 22 de marzo de 2010
El tiesto volador
Viaje en el Tiempo (I)
La ardiente arena
de alguna playa alejada
dos cuerpos se aprietan
sin que les separe nada
el pelo despeinado
su cabeza arrullada
una piel morena y tensa
una piel suave y blanca
dos manos inseparables
en la noche se entrelazan
y dos bocas que se veben
sin ver su sed saciada
dos ojos que se reflejan
solo el mundo que abrazan
un mundo de amor y cariño
el mundo de sus dos almas
Laga, 1992
Adios a la publicidad
domingo, 21 de marzo de 2010
¿La ultima cena?
sábado, 20 de marzo de 2010
La nueva estrella
jueves, 18 de marzo de 2010
Viaje en el Tiempo
martes, 16 de marzo de 2010
Efímera felicidad
A Mimi no le gusta el video porque dice que no saben bailar. Claro, solo conoce un par de sitios. Yo en cuatro minutos me ahogo en cientos de recuerdos y me emociono irreparablemente. Es como cada vez que voy en coche por la autopista de Burgos, y al cruzar a Bizkaia veo el "Ongi Etorri - Bien Venido". Siento como si me arroparan en una sábana de seda tejida de felicidad. Siento que estoy visitando a un entrañable amigo al que echo mucho de menos, y no lo veo tanto como quiero. Curiosamente con un cartel de esos comienza el video Biskaia Dubidubi.
Repasemos un par de escenas: UPV (fiestas de la universidad con la cuadrilla, medio año sabático estudiando psicología en Donosti entre kinito y kinito). La Grua Karola, sobreviviente de los Astilleros Euskalduna (los pasábamos en El Segre, el barco de mi padre, cuando veníamos de Canarias, excursión del colegio, antes de las batallas del puente de Deusto, que impidió muchas veces cruzar la ría). Altos Hornos de Vizcaya, (Impresionantes siempre, encendidos día y noche, excursiones varias del colegio, que calor! jamás presencié condiciones tan duras de trabajo, que humareda soltaban todo el día y toda la noche). Elantxobe (Madalenas, las mejores fiestas a las que he asistido en mi vida, perdí hasta la camiseta, literalmente, y el pueblo, idílico). Puente de San Antón (cruzado cientos de veces al ir o venir del Casco Viejo y querer atajar en una dirección o en otra, para ir al rastro, o mejor aún, al Mercado de La Ribera, a comprar pescado fresco fresco fresco). Petronor (luces que veíamos desde el Segre cuando alterábamos el rumbo para fondear frente al puerto de Bilbao, o al ir o venir de Castro a ver a mis abuelos, o a veranear en Oriñón, o a hacer surf en la playa de La Arena). Se suceden las escenas y las memorias se hacen cada vez mas antiguas y entrañables.
¿Por qué son duraderos e intensos los recuerdos de la infancia y de la juventud? ¿por qué nos marcan tanto? Será que cuando somos niños, nuestra única preocupación es hacer lo que nos haga feliz, y nos acordamos. Será que cuando somos jóvenes, nuestras únicas preocupaciones son hacer lo que nos haga feliz, los amigos, estudiar, y nos acordamos. Será que cuando nos hacemos mayores, tenemos muchas preocupaciones, la familia, los amigos, el trabajo, la casa, el coche, los hijos, ah, y de ser feliz, casi nos olvidamos... ¿o es que la felicidad se vuelve mas efímera?
Allá donde he vivido siempre le he sacado todo el jugo a la vida. Y sin embargo, si quisiera esconder en baules los momentos felices que he vivido en cada sitio, jamás podré levantar ese que se llama Vizcaya.
lunes, 15 de marzo de 2010
Feliz Cumple Mi Senador
Izando en lugar de soplando velas
domingo, 14 de marzo de 2010
Soplando en lugar de izando velas
lunes, 8 de marzo de 2010
Los trenes en los EEUU - R.I.P.
domingo, 7 de marzo de 2010
Vecinos de los maderos
Es dura a veces la convivencia con un vecino. Crecí frente a jefatura de policía de Bilbao, y la verdad es que me acabó cansando. Me hubiera ocurrido igual si hubiera sido la jefatura de la ertzaintza, o el Corte Inglés.
Primero, cada mañana, cuando levantaba la persiana, lo primero que veía era la bandera de España ondeando a la altura de mi balcón, a 25 metros escasos de mi ventana. Me imagino que hubiera sido el sueño de un facha. Por mi, podría haber sido la ikurriña, y me hubiera cansando igual. 20 años viendo los mismos colores todas las mañanas, dejando política a parte, la verdad es que se hace pesado. Y el que no esté de acuerdo pero no lo haya vivido, que haga el experimento y que luego me cuente. Me hubiera pasado lo mismo con la ikurriña o una bandera del Athletic de Bilbao.
Había maderos en cada esquina 24 horas al día, con el chaleco antibalas y la metralleta colgando. Por la noche, me depertaban sus cambios de guardia, los gritos que daban, o el graciosillo que se ponía a silvar a las dos de la mañana. Vente y dile algo…
Nunca podíamos aparcar enfrente de casa, lo hacían con razón, para evitar coches bombas, y era un coñazo ir a pedirles permiso para descargar el coche cada vez que veníamos de un viaje largo. Los guardan pertenecían a distintas formaciones que iban rotando varias veces al año, y cada grupo tenía su propio pañuelo. Cuando había pañuelo nuevo, había que avisarles, o te venían corriendo con la metralleta lista para re-decorar la carrocería del coche.
Por otro lado, siempre era consciente de las distintas maneras en las que podría morir:
- Volviendo de Escolapios, pasaría cerca de uno de los guardias, y algún etarra de mierda le daría por cargárselo en ese momento, y uno de los tiros, el de la cabeza o los dos al pecho, me podrían matar a mi. Con lo cual, siempre evitaba la acera de jefatura, y solo iba por la mía.
- Entrando o saliendo del portal, que estallase una bomba enfrente de jefatura, y adiós buenas noches. No había manera de evitarlo.
- Que un día corriendo a casa, o haciendo ruido en el balcón, un madero nervioso soltara una ráfaga con la metralleta. Con lo cual, casi nunca corría en frente del portal de mi casa, y nunca hacía cosas sospechosas en los balcones. Bueno, nunca nunca… luego contaré la excepción.
La ventaja era que el barrio de Indautxu, quizás porque era una buena zona, o por jefatura, era muy tranquilo y jamás experimenté ningún atraco, robo, etc… Por otro lado, durante unos años, no llevé carnet de identidad, y siempre que bebía de mas (mas habitual de lo usual, creo yo), recordaba que si me paraba un control, se verían forzados a llevarme a jefatura para comprobar mi identidad, y me ahorrarían el camino a casa. Nunca sucedió…
viernes, 5 de marzo de 2010
Putos Vascos
El Faro de Colón (Fin)
miércoles, 3 de marzo de 2010
El Faro de Colón (V)
Mi General me regaló dos libros que me vinieron como anillo al dedo, y hoy hablaré del primero, Longitude, de Dava Sobel. La autora cuenta el fascinante dilema al que se enfrentaron los marinos durante siglos, intentar determinar su longitud en las cartas de navegación. Cuando Colón llegó a América, no existía ninguna manera de determinar donde se encontraba uno con respecto al Meridiano de Greenwhich. Es decir, a que distancia hacia el este o el oeste se encontraba uno de un sitio determinado. Si se podía estimar la Latitud, es decir, lo norte o sur que se encontrara uno del ecuador. Colón, cogío un punto de latitud, y navegó por él hacia el oeste, donde sin duda se hubiera encontrado a la India si el Caribe y el continente Americano no hubieran estado en el medio... Antes de volver a España, mandó construir un faro que le permitiera encontrar la isla a su regreso. Y es ahí donde se encuentra hoy el monumento conocido como El Faro de Colón, donde también yacen sus restos.
El Admiral´s Club está abierto desde las 5 de la mañana, así que ahí me he tomado un café mientras escribo estas cuatro letras. Espero hechar una cabezada en el avión, y seguramente estaré ya en Miami cuando despierte. Iré a la panadería de enfrente de mi casa, a comprar pan fresco, cruissant y napolitana de chocolate recién hecha, y desayunaremos Mimi, Andoni y yo. Luego, pasaré las fotos al ordenador, y se las enseñaré a Andoni, para que el también vea a sus abuelos...
Por la tarde, tengo que organizar un par de conferencias de teléfono de trabajo con Asia para la madrugada del lunes, hay un nuevo proyecto que entregar el viernes. Y oigo la voz de Mi Senador diciendo despectivamente: "Luterano..."
martes, 2 de marzo de 2010
El Faro de Colón (IV)
Pasé unas cuatro horas más con mis padres gracias a la susodicha gestión, y a eso de las 6 pm, ellos fueron a su puerta de embarque, y yo al mostrador de American para cambiar el billete de por la tarde al de la mañana. Les pedí los nombres de los jefes de Raquel para poder mandarles un e-mail agradeciendo su gestión. Como decía mi abuela, "Es signo de ser buen nacido el ser agradecido". Le llevo café molido dominicano al "Caballero del Poni", porque no sé si lo consigue en Miami, pero desde luego nos vinieron muy bien las recomendaciones.
Vuelta al hotel, el taxista que hemos usado hoy todo el día, Luis, me estaba esperando. Le sugerí que se saque una cuenta de e-mail, como hizo el taxista que usé cuando fui a Brasil, porque así puede desarrollar su clientela de gente de negocios, y antes de viajar, le llaman para avisarle que vienen, y así facilita las cosas. Le encantó la idea, me mandará su dirección cuando la tenga y la pondré aquí por si alguno de ustedes viaja a la ciudad.
La cena en el hotel espectacular, el mero más rico que he comido hace tiempo, bonito a la parrilla, y vino blanco argentino que entró de maravilla. Bueno, a dormir, que mañana toca madrugar, el taxi de Luis me estará esperando a las 4 de la mañana, porque el vuelo es a las seis y media... buenas noches!
lunes, 1 de marzo de 2010
El Faro de Colón (III)
En el muelle, tras esperar una hora, aparecieron mis padres a las 10 a.m. El crucero muy bien, lo mejor la comida, que tal el retoño, que tal Mimi, y taxi al hotel para dejar las cosas e irnos a comer. Mi querido amigo dominicano con el que trabajo me recomendó unos cuantos restaurantes. A él le llaman en la oficina el "Caballero del Pony (Low Rider)", porque siempre tiene la silla lo mas baja posible, y ni se le ve la cabeza cuando uno pasa por el pasillo donde está su cubículo. Comimos de lujo, langosta a la parrilla y masa de cangrejo. Esta vez, no pedí vino.
Hoy era el día de la independencia, señalando la fecha en la que los dominicanos se alzaron contra la invasión haitiana hará mas de un siglo. Vimos a la guardia presidencial de camino al restaurante, y paseamos por el malecón. Me parece la ciudad una mezcla entre un pueblo andaluz, como Écija, y Las Palmas, con sus palmeras y coches americanos. Mucha presencia colonial, tanto en la arquitectura como en los monumentos. Pasamos por el impresionante Faro de Colón. Es una construcción moderna, donde se ha hecho un museo, y que estrenó el Papa en su primera visita a la isla. Curiosamente, el Papamovil estaba enfrente del faro.
Los dominicanos, insisto, gente encantadora. Hemos vuelto al hotel a por las cosas y vamos al aeropuerto. Ya hemos pasado cuatro horas juntos, esto es vida!