martes, 16 de marzo de 2010

Efímera felicidad

Jabi Hiruretagoyena, un amigo del colegio, mandó a los vizcaínos viviendo en el extranjero el video de Bizkaia Dubidubi. Una ruta de lugares representativos de Vizcaya, donde unos hacen que bailan al ritmo de una versión cantada de un poema de Tagore. Un Where is Matt? vizcaíno.

A Mimi no le gusta el video porque dice que no saben bailar. Claro, solo conoce un par de sitios. Yo en cuatro minutos me ahogo en cientos de recuerdos y me emociono irreparablemente. Es como cada vez que voy en coche por la autopista de Burgos, y al cruzar a Bizkaia veo el "Ongi Etorri - Bien Venido". Siento como si me arroparan en una sábana de seda tejida de felicidad. Siento que estoy visitando a un entrañable amigo al que echo mucho de menos, y no lo veo tanto como quiero. Curiosamente con un cartel de esos comienza el video Biskaia Dubidubi.

Repasemos un par de escenas: UPV (fiestas de la universidad con la cuadrilla, medio año sabático estudiando psicología en Donosti entre kinito y kinito). La Grua Karola, sobreviviente de los Astilleros Euskalduna (los pasábamos en El Segre, el barco de mi padre, cuando veníamos de Canarias, excursión del colegio, antes de las batallas del puente de Deusto, que impidió muchas veces cruzar la ría). Altos Hornos de Vizcaya, (Impresionantes siempre, encendidos día y noche, excursiones varias del colegio, que calor! jamás presencié condiciones tan duras de trabajo, que humareda soltaban todo el día y toda la noche). Elantxobe (Madalenas, las mejores fiestas a las que he asistido en mi vida, perdí hasta la camiseta, literalmente, y el pueblo, idílico). Puente de San Antón (cruzado cientos de veces al ir o venir del Casco Viejo y querer atajar en una dirección o en otra, para ir al rastro, o mejor aún, al Mercado de La Ribera, a comprar pescado fresco fresco fresco). Petronor (luces que veíamos desde el Segre cuando alterábamos el rumbo para fondear frente al puerto de Bilbao, o al ir o venir de Castro a ver a mis abuelos, o a veranear en Oriñón, o a hacer surf en la playa de La Arena). Se suceden las escenas y las memorias se hacen cada vez mas antiguas y entrañables.

¿Por qué son duraderos e intensos los recuerdos de la infancia y de la juventud? ¿por qué nos marcan tanto? Será que cuando somos niños, nuestra única preocupación es hacer lo que nos haga feliz, y nos acordamos. Será que cuando somos jóvenes, nuestras únicas preocupaciones son hacer lo que nos haga feliz, los amigos, estudiar, y nos acordamos. Será que cuando nos hacemos mayores, tenemos muchas preocupaciones, la familia, los amigos, el trabajo, la casa, el coche, los hijos, ah, y de ser feliz, casi nos olvidamos... ¿o es que la felicidad se vuelve mas efímera?

Allá donde he vivido siempre le he sacado todo el jugo a la vida. Y sin embargo, si quisiera esconder en baules los momentos felices que he vivido en cada sitio, jamás podré levantar ese que se llama Vizcaya.

No hay comentarios: