domingo, 7 de febrero de 2010

Viviendo dentro de La Estatua de la Libertad

Vino a vernos mi estimado Senador, y se quedó con nosotros una semana. Este era su tercer viaje, tras ser mi padrino de boda en Chicago, y recorrer en otra ocasión las primeras colonias del país. Aún así, muchas cosas le sorprende, a él que uno le podría considerar mas de derechas que de izquierdas...

- La influencia latina impregna todo Miami.
- A la gente, le gusta que le entretengan constantemente. No entiende que en viaje de “The Everglades”, la piloto que nos mostró los pantanos, se esforzara tanto en hacernos reír durante todo el viaje.- La comida está cara, para lo que es.
- Las carreteras no están en buen estado, quizás porque aquí se hicieron antes que en España.
- El sistema médico de España le parece muy bueno, cuando oye hablar del de aquí.
- Con dinero, aquí se compra todo. Le sorprendió que pagando por el uso del “Admiral´s Club” de American Airlines, yo pueda decir que tengo una reunión con un cliente en la sala de negocios, y conseguir pasar seguridad, y tomarme con él una cerveza enfrente de su puerta de embarque.
- Sin coche, no se puede vivir.
- El concepto de está cerca en coche, aquí, quiere decir por lo menos, 20 minutos.
- Hay menos debate político del que piensa, porque a ver quien era el valiente que criticaba la guerra de Afganistán cuando comenzó, o incluso la de Irak, sin arriesgarse que le acusaran de ser poco patriota...

Así se sorprendía de ver tanto a mí como a un antigua compañero suyo de trabajo cada vez mas socialistas, y amenazándonos diciendo que nos iba a registrar la casa hasta encontrar nuestros carnets del partido comunista.

Y es que es muy fácil adorar la Estatua de la Libertad desde España, donde los conservadores constantemente usan como referencia el modelo estadounidense. Cuando uno ve la Estatua de la Libertad desde dentro, las cosas no pueden ser mas distintas...

2 comentarios:

El Perdíu dijo...

Tiene usted toda la razón, mi querido General. Las cosas, desde fuera, tienden a idealizarse. Por eso, no hay como viajar, leer, preguntar y escuchar.
Un placer de semana.
Un abrazo.

PD: no renuncio a encontrar su carnet del "Communist Party of the United States of America". He dejado cámaras escondidas en su casa y he aleccionado al niño para que, al menor atisbo de carnet, lo escanee y me lo remita por valija diplomática ;-)

rebolloa dijo...

No hay como viajar, leer, preguntar, escuchar y aprender, estoy totalmente deacuerdo.

Me parece que el niño va a encontrar antes la fuente de la vida en Bimini, que el carnet de comunista en mi casa...